Estaba sentado frente a la pantalla de televisión descubriendo
el mundo que solo se encontraba a unas cuantas horas por tierra de mi casa. La
televisión Venezolana. Supongo que por eso me duele tanto lo que ocurre con Venezuela.
Porque yo crecí con su televisión.
En ese entonces recuerdo que existía RCTV y Venevisión. Quizás
había otro canal pero no lo recuerdo mucho, sobre todo porque en estos canales
pasaban programas que en esa época a mi me gustaban, en RCTV tenía una cita con
los Tundercats mientras en Venevisión existía un programa llamado el Club de
los Tigritos, que era algo como el Nubeluz peruano un poco más adulto que era
entretenido si, pero no tanto como el descubrimiento que a mí me cambio la vida
y me hizo desde muy niño soñar con algún día estar en televisión.
A todo corazón. Una novela juvenil del 97 muy al estilo de
lo que en Colombia fue Francisco el Matemático del 99, o de Rebelde del 04 que se llevó toda mi
admiración y hasta podría decir que me volví fan de la serie. Les puedo
asegurar que también se me la canción, y hoy en día veo a muchos de los actores
que eran unos adolescentes ser grandes figuras de la pantalla y digo dentro de mí.
“Chamo yo los veía cuando eran unos carajitos”
Creo que ahí fue que por primera vez sentí muchísimas ganas
de estar en televisión. No tengo la certeza haciendo que quizás actuando solo
que mi experiencia en las tablas dejaba mucho que desear. O al menos eso creía yo,
pero eso se los dejo para el siguiente capítulo de este blog.
Aquí les dejo el intro de A todo Corazon el programa de televisión que me hizo pensar que algún di ato podría trabajar en la pantalla chica.
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