EMBORRACHARSE CONSCIENTEMENTE


Este fin de semana salí con un amigo que quería “enguaricharse” porque se le voló a la novia que estaba de paseo con sus papás. Y como yo soy soltero y un alma bondadosa decidí acompañarlo. Solo que en esta oportunidad decidí salir a emborracharme conscientemente a ver si quedaba inconsciente.

Permítanme me explico, salí a tomar consiente es medirse en el trago y saber hasta donde llega esa delgadísima línea de pasarla bien a pegarse un perrón de esos que saca de nosotros ese ser mitológico que con facilidad se puede convertir en el chiste de todos durante meses. Y el resultado fue el esperado, que me entoné pero no me emborraché pero tuve la oportunidad de ver como mi amigo se pegó una rumba que yo creo que hasta hoy debe tener guayabo.

Entonces me puse a analizar quienes somos enrumbados. Cosa que resulta sumamente útil para saber si podemos salir a tomar o no. He aquí un listado en la que algunos de nosotros podemos sentirnos identificados.

Esta el que se enrumba y se enchoncha. Ese que comienza a tomar a la par de todos y termina sentado descunchando botellas solo mirando a la gente con la mirada perdida y que cuando usted menos se lo espera, queda privado en una silla

La que se enrumba y se rumbea. Al mesero, al primo, novio de la amiga y hasta la amiga. Por lo general entra en esta fase Esperanza Gomez antes que el resto del parche se enfieste y por lo general termina rematando en una cama que no es la de ella. Por lo general es alguien que rumbea despechada

El que se enrumba y se enrabona. Es esa persona que con unos tragos se va haciendo por lo general mani largo, que manda mano a los escotes sin agüero, le coge el paquete a la gente chanceando pero si lo paran en seco termina partiendo botellas y peleando hasta solo en el espejo

La que se enrumba y recuerda. Esa persona que se baila hasta el himno nacional, pero después de unos cuantos tragos comienza a recordar esa canción que le dedico el novio del colegio que la abandono porque tenía brakets. O  la canción que le cantaba el abuelo cuando era niña o la canción que sonó el dia de la boda que terminó en divorcio hace unos meses  y de rumba pasa en modo funeral con llanto incluido

El que se enrumba y le da amnesia. Debo confesar que hago parte de este selecto grupo que hay un momento en que el licor se le sube al cerebro muteando cualquier tipo de recuerdos del momento. Son esos que podemos hacer show o no, pero como no se recuerda, sencillamente nunca pasó. Así que siempre están libres de cualquier remordimiento.

Y estos son solo algunos de los prototipos de enrumbados, cabe mencionar el que se enrumba y lo saca todo (del estomago). El que se enrumba y brinda a todo el mundo y su contraparte el que se enrumba y goterea. La que se enrumba y se desaparece y el que se enrumba y amanece.


Lo que si es cierto, es que enrumbados somos otros. Muchas veces hasta nos desconocemos nosotros mismos. Y aunque con la efervescencia del licor, la música y la fiesta cada uno viva la rumba de manera diferente, lo que si es para todos igual es ese guayabo tan infeliz que queda luego de una noche de fiesta. Pero de guayabos les hablo en otro post

Han tenido una rumba memorable? Dejenmela en los coments

Good Luck
Matt

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