Después de haber estado encerrado en mi apartamento durante casi seis meses debido a la pandemia, aprendí a darle un nuevo significado a ese espacio.
Mientras para muchos se convirtió en una cárcel, para mí fue un refugio seguro. Aunque hoy sea solo un recuerdo, mi esencia quedó impregnada en cada rincón: la sala se transformó en mi gimnasio, el estudio en un templo para meditar y el comedor en mi estudio de arte.
Cada objeto cobró una nueva vida, y esta nueva perspectiva generó en mí un deseo ardiente de hacer que mi apartamento no solo fuera hermoso, sino que también me representara en esencia.
Por eso decidí dedicar una sección de mi blog, que para algunos podría parecer demasiado "de Señora", pero que para mí ha sido increíblemente útil: transformar un apartamento sin vida en mi hogar. Aquí compartiré con ustedes todas las letras y fotos que significaron este viaje hacia la madurez, incluso en el techo que me cobija.
Mat
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