LOS "NO LO HAGAS" DE LOS TATUAJES



Ayer un compañero de trabajo me comentó que se haría un tatuaje. Cosa que no me sorprende. Quizá hace 20 años pensaría que acababa de salir de prisión y que estaba perdido en las drogas. Hoy no, un tatuaje es lo más normal y didáctico del mundo. 

Es más, a estas alturas solo tengo presente una persona que no se ha hecho un tatuaje todavía. Y es mi madre. Que aunque me ha dicho que quiere, aún no hemos encontrado el momento indicado para hacerlo. Pero se que pronto lo hará.
 
Y aunque estoy completamente a favor de la libre expresión para usar este método para personalizar nuestro cuerpo, tengo mis propias opiniones sobre algunas malas decisiones que puede tomar una persona para tatuarse. 

Así que para empezar a hablar del tema, tengo que hablar mal de mis tatuajes:

Amigo, no le ponga su cuerpo bendito y sabroso a un novato en el arte de tatuar. Tampoco a alguien que lo haga casi "regalado" o alguien bajo el efecto de la marihuana porque va a tener que cargar con ese pulso retrechero toda su vida.

Mi primer tatuaje me lo hizo un hombre con estas tres características. Novato, barato y trabado. El resultado no fue el esperado. Yo quería que el artista me tatuara unas alas increíbles en la espalda llenas de detalles y finas líneas. El resultado unas alas de pollo que me acompañaron por casi 5 años, hasta que decidí ser valiente y renovar la muy económica obra. 

Está claro que el tema de los tatuajes es una cuestión de moda. Hay que tener en cuenta que lo más seguro de los tatuajes, como la moda es que pierdan vigencia rápido. 

¿Un ejemplo claro de esto?

Pregúntele a los que se han tatuado la cara en 10 años de que se van a arrepentir toda su vida. No hay que darse garra con una decisión que uno va a cargar toda su vida, por favor no se me Nodale.

Además creo que aunque los tatuajes son para todo el mundo, pero no le quedan igual a todo el mundo. Es decir ese tatuaje en el pecho que se hace un man que trabaja su cuerpo en el gimnasio y con buena alimentación se ve muy diferente a que se haga el mismo tatuaje con ese pecho de rana cóncavo que le provoca a uno tirarle un pan. Por fa, dimensionemos.

Hagámonos un tatuaje que valga la pena. Que signifique algo. Pero no lo hagamos literal. Sobre todo no se sienta tan optimista que su piel es un porta retratos y que el artista es una fotocopiadora. A mi si me da muchísimo pesar ver como su mamita en su piel parece condorito. Eso no es de Dios.

No falta el sofisticado que quiere ponerse una profunda frase en arameo, japonés o alguna lengua muerta. Algo como "Soy un poeta en un mundo que toda no se sabe el alfabeto" y termina teniendo un tatuaje que dice "Se reparan bicicletas". No, no haga eso. 

Si se va a escribir hágalo en algún idioma que al menos si usted no domina, al menos tenga a claro que significa.

Cancele el nombre de su pareja como tatuaje. A no ser que quiera cambiarlo cuando terminen , como jugando scrabble. Creo que es una actitud muy valiente tatuarse el nombre de su pareja si se llama algo como Marelisa, Dagmar, Miulka Chulina, Yosnumy. ¿Ahí uno como remplaza ese nombre? 

De ahí para allá para los gustos los colores. Y aunque la decisión de un tatuaje debe ser completamente personal, el riesgo que el resultado no sea el esperado es demasiado alto. Entonces creo que es buena idea tatuarse cosas complejas en sitios que con el tiempo terminan escurriéndose o perdiendo la forma.  Por ejemplo, el sol al rededor del ombligo tan dos milero hoy ya debe ser una canoa porque ese abdomen ya no debe ser tan firme y ese pecesito en la nalga ahora debe parecer una carita feliz.

Así que los invito a si van a tomar una decisión de hacerse un tatuaje lo piense bien, no lo tome a la ligera porque si duele hacerse un tatuaje en el bolsillo y en su cuerpo no va a querer saber cuanto cuesta quitárselo.

Tiene un tatuaje del que se arrepienta?
mtw

1 Comentarios

Publicar un comentario