SIEMPRE FUÍ EL "BANQUERO"



No voy a aclara lo obvio. Nunca fui un deportista muy destacado.

Y mi fracaso deportivo yo se lo "chanto" a mi época del colegio, porque en esa época, en las clases de educación física solo existían solo dos opciones: Fútbol para los niños, básquet para las niñas. Y así que no pude desarrollar un talento descente. Porque ambos podían resultar riesgosos para mí. Hasta jugando con niñas

La razón: No daba el prototipo de deportista lo mio era más ser ratón de biblioteca. Flacuchentico, pálido, pequeñito, cabezón y con unas gafas que me superaban. Entonces desde siempre escuché en las clases de deporte la frase: Pero usted quédese sentado en la banca no vaya de un balonazo le partan esas gafas.

Y ahí sentado en la banca mirando a todo el mundo jugar no es que se adquiera mucha destreza. Cambié mis deficiencias ópticas por la posibilidad de ser el Messi o el LeBron James del colegio. Y las pocas veces que tocaba un balón tampoco era mucho lo que hacía. Y lo poco que hacía era pésimo

Aún así, para pasar la materia de educación física tenía que hacer algo diferente que calentar la banca. Fue así como descubrí que en el fútbol habían cuatro posiciones. O metía goles, hacía cuerpo y no dejaba pasar a los otros a como diera lugar o tapaba. Para todos era muy malo. Además nadie quería romperme las gafas. La cuarta posición en el fútbol para mi fue ser árbitro pero correr detrás de un balón sin tener la posibilidad de intentar siquiera tocarlo no era para mí.

Creo que solo una vez en la vida metí un gol. Pero estoy seguro que más que técnica o talento fue que me toco un mal arquero. Desde ahí siempre me dió igual el fútbol. Porque como no lo practiqué no pude disfrutarlo.

Y ni hablar del baloncesto.

Ya tenía suficiente con correr sin caerme, sumemos driblar el balón. En que cabeza cabe que yo pudiera aprender a hacer eso sentado como un pendejo mirando solamente. Entonces era muy típico que cuando me tocaba el turno de entrar a la cancha mientras rebotaba el balón terminara pateándolo y la "bola" terminara fuera de la cancha con el balón.

Las veces que comí balón no las tengo contadas. Pero si tengo aun presente el sabor de la goma naranja que se estrelló en mi nariz sacándome a volar las gafas. Del baloncesto no tengo mas que decir que ni bulto podía hacer porque siempre me quitaban el balón y jamás pude hacer un punto, es que ni siquiera me llegaba el pinche balón al tablero. 

Así concluyó mi carrera deportiva en gran parte del colegio. Aunque claramente lo intenté con otros deportes con mayor éxito, no fui una estrella del atletismo, pero habían mas malos que yo y en el voleibol me destaqué, pero no una cosa de locos. Pero de los típicos si no se pudo. Lo mío en mi mas tierna edad siempre fue: La banca.

mtw 

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