Hay cosas que uno tiene que ver para aprender. Así ni siquiera uno lo estuviera buscando, solo suceden.
Recuerdo una vez que concluí una posible relación con alguien con quien no llevaba mucho tiempo saliendo, sobre todo porque había notado algunas "red flags" que me hicieron tener el freno de mano puesto. Pero igual lo estaba intentando.
Pero no fue hasta una noche de copas en el apartamento que compartía con otros amigos que nos pasamos de tragos. Entonces como me sentí muy mareado decidí recostar un poquito la prenda mientras el resto seguía dándole a la fiesta, incluyendo este personaje con el que suponía estaba saliendo.
Tal vez eran las tres de la mañana cuando me desperté y noté que la fiesta seguía. Entonces me levanté y cuando iba camino al baño a lavarme la cara en el cuarto del lado escuché susurros. Medio dormido me asomé y ahí estaban en medio del "merequetengue" el amigo de mi roommie y mi cita de los últimos tres meses.
Me costó trabajo entender la situación y mi única reacción fue decir "No pues que chimba" en ese momento alzó la cara y se desconcentró de la actividad en la que estaba poniéndole toda su atención.
En ese momento supe que le tenia que quitar el pie del acelerador. Pero cuando me dijo venga y la pasamos bien rico los tres, super que era el momento perfecto de dar el volantazo y coger otro camino. Porque si no había visto las pequeñas alarmas que a lo largo de las semanas, era el momento de ver algo que no tenía que ver pero sin lugar a dudas, necesitaba.
Ahora somos sencillamente amigos, finalmente uno no puede permitirse una tusa por un intento. Eso es patético
Mat
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