UN POST RETORICO, PERO QUE NO SE LES VUELVA COSTUMBRE…






Cuando estas a punto de caerte de la nube que te habías trepado tirándotelas del macho mexicano que no eres, cuando tus adorados convers negros decidieron recorrer los últimos seis centímetros, y miraste hacia abajo, calculaste la distancia, la velocidad, el peso de tu cuerpo, y el aproximado de los daños.


Cuando miraste para abajo, y comprobaste una vez más que desde un principio no era la mejor de tus ideas y a pesar de tener la razón seguiste insistiendo como buen necio que si eres. Cuando cerraste los ojos y lo pensaste otra vez casi como un suicida maniático, y una vez más estuviste seguro de la gran cagada que estabas a punto de hacer...


Con todo eso sonríes al momento de caer, la verdad no tiene sentido que trates de agarrarte de nada, o que vayas pensando en cómo acomodarte para que el totazo contra el suelo te pueda hacer menos daño


Cuando ya sonreíste al momento de caer, y quizás suspiraste un poco durante el trayecto de la nube al piso, en realidad lo único que te queda es recordar lo increíble que se sentía estar en esa nube, como todo se iluminaba por momentos, como todo se veía mas puro, claro, bello y casi tan perfecto que te daba miedo


Después de todo, luego del golpe, los huesos al final siempre sanan. Siempre.

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