No soy un tipo que me adapte fácilmente. Quizás por eso no soy tan amante de viajar. La sola idea de tener que ir a dormir en una cama que no es la mía, y ni decir que tengo que hacer mis necesidades en un baño donde mi cuerpito no esta acostumbrado siempre me resulta una situación algo incomoda.
Pero todos dicen que los cambios son buenos, así nos cueste trabajo adaptarnos al principio. Por lo menos a mi me costaba mucho trabajo dormir acompañado y ahora no se imaginan como me cuesta trabajo adaptarme a que halla tanto espacio sobre mi cama. No saben lo acostumbrado que estaba a mis compañeros de trabajo y lo complicado que ha sido adaptarme a un nuevo ritmo laboral. Luego de vivir en una ciudad tan tranquila y cálida como Bucaramanga llegar al caos y frio de Bogotá, ha sido uno de esos cambios drásticos, que no solo afecto mi salud, mi ritmo de vida, mi percepción de la vida sino también mi economía. Pero bueno los comentarios financieros para otro post, estoy hoy hablando de cambios.
Pues bien luego de prácticamente cuatro semanas caóticas donde mi vida no pudo cambiar mas, finalmente hoy estoy sentado escribiéndoles este post mirando por la ventana en la sala de mi nuevo apartamento. Desde hace mucho tiempo, quería vivir en un apartamento de estos donde se mezclan las fachadas de las casas antiguas con la comodidad que da al interior la modernidad. No es el apartamento mas fabuloso que halla visto, pero es al que desde hace unas semanas llamo mi casa y con toda seguridad será mi guarida por mucho tiempo ( O al menos eso dice el contrato de arrendamiento)
En menos de un mes todo en mi vida cambio, la ciudad, el trabajo, el amor… todo. Ahora vivo en una ciudad llena de oportunidades, trancones, increíbles restaurantes, llenos de gente bella (No solo por dentro, por fuera… son una cosa de locos). Trabajo ahora en radio y televisión (como he hecho, pero es con unas ligas mayores) Y bueno, el amor que lamentablemente ya no esta, a pesar de haber sido el sentimiento mas profundo que pude alguna vez haber sentido por alguien en mi vida.
Todo cambio, y dicen por ahí que la “madurez” es la forma adulta que se debe tomar la “frustración” de saber que todo lo que tenia en un pasado ya no regresará por mas trucos haga, intente, o deje de hacer. Que sencillamente a mi presente no volverá sino como un bello recuerdo. Y que finalmente por ser parte de mi pasado solo le puedo desear lo mejor.
Si, pueden que no me crean esta frasecita de cajón. Se que saben que soy el mas rabón del país, pero en el fondo es cierto. También se perder, es por eso que no deseo que echen a mi exjefe, ni que Gargamen muera mientras se tira algún empleado de la discoteca de la ciudad en la que este. Tampoco que Alexandria llore ni la cuarta parte de lo que llore por ella. No. Todo lo contrario, espero que Dios les de vida, bendiciones y buena vista. Para que algún día puedan ver el ser humano que tuvieron al frente y que en realidad jamás realmente valoraron.
Cuanto positivismo en un solo post, digo medio rabón y todo pero necesitaba ponerlo en letras para yo mismo creérmelo. Pero en el fondo estoy mejor. No me morí y tampoco tengo planes de hacerlo pronto, solo estoy en este difícil proceso de cambio. De saber como graduar el agua para que quede tibia, de saber que buseta tomar para ir al trabajo, saber donde sale el mercado mas barato y de entender que finalmente antes no estaba solo y que hoy tengo que ser yo mi mejor y única compañía por un tiempo
Y lo que escribió un “Anónimo” en los comentarios del post anterior; tiene toda la razón. Hay que dejar las personas del pasado atrás. Y es verdad por que tuve que tomar otro camino, por mas trabajo que siempre me a costado adaptarme a los cambios y en esta nueva vida no queda un pedacito, siquiera un rincón para seres humanos que quisieron con sus acciones robarme mi tranquilidad, la alegría y mis sueños.
Pero todos dicen que los cambios son buenos, así nos cueste trabajo adaptarnos al principio. Por lo menos a mi me costaba mucho trabajo dormir acompañado y ahora no se imaginan como me cuesta trabajo adaptarme a que halla tanto espacio sobre mi cama. No saben lo acostumbrado que estaba a mis compañeros de trabajo y lo complicado que ha sido adaptarme a un nuevo ritmo laboral. Luego de vivir en una ciudad tan tranquila y cálida como Bucaramanga llegar al caos y frio de Bogotá, ha sido uno de esos cambios drásticos, que no solo afecto mi salud, mi ritmo de vida, mi percepción de la vida sino también mi economía. Pero bueno los comentarios financieros para otro post, estoy hoy hablando de cambios.
Pues bien luego de prácticamente cuatro semanas caóticas donde mi vida no pudo cambiar mas, finalmente hoy estoy sentado escribiéndoles este post mirando por la ventana en la sala de mi nuevo apartamento. Desde hace mucho tiempo, quería vivir en un apartamento de estos donde se mezclan las fachadas de las casas antiguas con la comodidad que da al interior la modernidad. No es el apartamento mas fabuloso que halla visto, pero es al que desde hace unas semanas llamo mi casa y con toda seguridad será mi guarida por mucho tiempo ( O al menos eso dice el contrato de arrendamiento)
En menos de un mes todo en mi vida cambio, la ciudad, el trabajo, el amor… todo. Ahora vivo en una ciudad llena de oportunidades, trancones, increíbles restaurantes, llenos de gente bella (No solo por dentro, por fuera… son una cosa de locos). Trabajo ahora en radio y televisión (como he hecho, pero es con unas ligas mayores) Y bueno, el amor que lamentablemente ya no esta, a pesar de haber sido el sentimiento mas profundo que pude alguna vez haber sentido por alguien en mi vida.
Todo cambio, y dicen por ahí que la “madurez” es la forma adulta que se debe tomar la “frustración” de saber que todo lo que tenia en un pasado ya no regresará por mas trucos haga, intente, o deje de hacer. Que sencillamente a mi presente no volverá sino como un bello recuerdo. Y que finalmente por ser parte de mi pasado solo le puedo desear lo mejor.
Si, pueden que no me crean esta frasecita de cajón. Se que saben que soy el mas rabón del país, pero en el fondo es cierto. También se perder, es por eso que no deseo que echen a mi exjefe, ni que Gargamen muera mientras se tira algún empleado de la discoteca de la ciudad en la que este. Tampoco que Alexandria llore ni la cuarta parte de lo que llore por ella. No. Todo lo contrario, espero que Dios les de vida, bendiciones y buena vista. Para que algún día puedan ver el ser humano que tuvieron al frente y que en realidad jamás realmente valoraron.
Cuanto positivismo en un solo post, digo medio rabón y todo pero necesitaba ponerlo en letras para yo mismo creérmelo. Pero en el fondo estoy mejor. No me morí y tampoco tengo planes de hacerlo pronto, solo estoy en este difícil proceso de cambio. De saber como graduar el agua para que quede tibia, de saber que buseta tomar para ir al trabajo, saber donde sale el mercado mas barato y de entender que finalmente antes no estaba solo y que hoy tengo que ser yo mi mejor y única compañía por un tiempo
Y lo que escribió un “Anónimo” en los comentarios del post anterior; tiene toda la razón. Hay que dejar las personas del pasado atrás. Y es verdad por que tuve que tomar otro camino, por mas trabajo que siempre me a costado adaptarme a los cambios y en esta nueva vida no queda un pedacito, siquiera un rincón para seres humanos que quisieron con sus acciones robarme mi tranquilidad, la alegría y mis sueños.
Publicar un comentario