Brillante no? En realidad estoy por pensar que soy un peligro para la doble moral de este paÃs y el autoestima “hipersensible” de mi circulo social es por eso que el dÃa que necesite caerle bien a todo el mundo saldré con un bozal puesto
Pues bien, hace unas semanas decidà ir a visitar a David y vaciarle las provisiones de trago que se alojaban aun en el fondo de su nevera. Cuando llegue a su apartamento lo encontré con acompañado de dos particulares damas que desde mi óptica aun sobria y cruelmente honesta, se debatÃan entre sexys y peligrosas.
Sexys por que no estaban nada mal y peligrosas por que tenian una pinta de apartamenteras de siete leguas. Aun asÃ, utilice mi mas agudo sentido de tolerancia, no solo para departir con estas misteriosas damas, sino para saber cuales eran esos oscuros objetivos que ocultaban y mas con el pobre David, que ustedes sabe, es una almita de Dios.
Un litro y medio después descarte que eran apartamenteras, solo concluà que jamás en mi vida habÃa visto viejas mas gotereras y showceras. A los cuatro tragos ya me estaban haciendo miradas coquetas y a los seis ya me estaban odiando por que según ellas “Yo me creÃa superior” solo por que no les creà todo su cuento chimbo de los viajes al extranjero y sus múltiples ocupaciones pagadas en Euros.
Fue ahÃ, cuando estaban en su historia asombrosa numero 15 cuando decidà abandonar el sitio. Estaba mareado no del trago sino de tanta chicanearÃa barata, y entonces ahà cuando iba bajando en el ascensor (Si aun estoy cojo) que me di cuenta que con el tiempo me he convertido en un teflón para las relaciones afectivas por mi gran capacidad de descarte emocional. Me he convertido en un ente fiscalizador tan severo que ya no como cuento, ni carne, ni viajes, ni belleza. De hecho ni se que quiero, pero estoy seguro que del prototipo de las aguardienteras que se quedaron en el 305 con David, no son.
Hay que tener mucha alma de galán de feria para aguantarse tanta mamarracha habla mierda junta. Pero asà es David, el dios de la tolerancia, el que es capaz de verle lo bonito hasta a la bailarina de regueton mas guaricha que ha podido parir el mal gusto, y el que cree aun que detrás de cualquier sonrisa se puede esconder la mejor de las oportunidades. Afortunadamente no lo robaron, solo le quitaron una noche y le desocuparon la nevera. Hasta el sol de hoy no se de las señoritas y David espero que tampoco
Pues bien, hace unas semanas decidà ir a visitar a David y vaciarle las provisiones de trago que se alojaban aun en el fondo de su nevera. Cuando llegue a su apartamento lo encontré con acompañado de dos particulares damas que desde mi óptica aun sobria y cruelmente honesta, se debatÃan entre sexys y peligrosas.
Sexys por que no estaban nada mal y peligrosas por que tenian una pinta de apartamenteras de siete leguas. Aun asÃ, utilice mi mas agudo sentido de tolerancia, no solo para departir con estas misteriosas damas, sino para saber cuales eran esos oscuros objetivos que ocultaban y mas con el pobre David, que ustedes sabe, es una almita de Dios.
Un litro y medio después descarte que eran apartamenteras, solo concluà que jamás en mi vida habÃa visto viejas mas gotereras y showceras. A los cuatro tragos ya me estaban haciendo miradas coquetas y a los seis ya me estaban odiando por que según ellas “Yo me creÃa superior” solo por que no les creà todo su cuento chimbo de los viajes al extranjero y sus múltiples ocupaciones pagadas en Euros.
Fue ahÃ, cuando estaban en su historia asombrosa numero 15 cuando decidà abandonar el sitio. Estaba mareado no del trago sino de tanta chicanearÃa barata, y entonces ahà cuando iba bajando en el ascensor (Si aun estoy cojo) que me di cuenta que con el tiempo me he convertido en un teflón para las relaciones afectivas por mi gran capacidad de descarte emocional. Me he convertido en un ente fiscalizador tan severo que ya no como cuento, ni carne, ni viajes, ni belleza. De hecho ni se que quiero, pero estoy seguro que del prototipo de las aguardienteras que se quedaron en el 305 con David, no son.
Hay que tener mucha alma de galán de feria para aguantarse tanta mamarracha habla mierda junta. Pero asà es David, el dios de la tolerancia, el que es capaz de verle lo bonito hasta a la bailarina de regueton mas guaricha que ha podido parir el mal gusto, y el que cree aun que detrás de cualquier sonrisa se puede esconder la mejor de las oportunidades. Afortunadamente no lo robaron, solo le quitaron una noche y le desocuparon la nevera. Hasta el sol de hoy no se de las señoritas y David espero que tampoco
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