Hay algo mas peligroso que una puntilla en un tobogán. Algo mas siniestro que escuchar los planes a futuro de Chávez con Venezuela. Mas malévolo que pensar siquiera que los Nule nuevamente tendrán un proyecto de construcción en Colombia. “Nada peor que un bobo, con conocimientos de photoshop”. Fue lo único que le pude decir a Ana, una victima mas de un hombre con un Facebook llenos de buenas fotos.
- Es que ni siquiera se ven retocadas las fotos, no puedo ser tan de malas en la vida- Decía la pobre infeliz mientras se acababa el vaso con agua que me pidió apenas entro a mi apartamento.
Para que, el man en el Facebook se veía era casi perfecto (hasta me dio cochina y verde envidia). Con una sonrisa que hasta el mismo Marlon Becerra envidiaría, y un conocimiento brutal de los ángulos, las luces y retoques dignos de la revista Soho (expertos en cirugía reconstructiva virtual) era todo un adonis de revista.
Asi que no tuve mas que verlo con mis propios ojos. Con esas fotos las cosas no podrían ser tan malas como las pintaba la loca que en mi cocina estaba atacada. El tipo estaba afuera en el carro esperando que “supuestamente” Ana recogiera el cargador de celular que había dejado en el apartamento (Cosa, completamente falsa por que siquiera sabia mi dirección) Así que con la “excusa” de conocer al hombre del cual Ana me había hablado las ultimas semanas, y que era su mas fresco y prometedor levante virtual, me asome por la puerta del carro y ahí estaba.
Era man de las fotos tal y como lo imaginaba. No era tampoco hermano gemelo de mandíbula ni el primo de Brad Pit. Es mas me atrevería a decir que había sido bendecido por la genética. Definitivamente concluí que Ana había exagerado demasiado, si quizás es fotogénico y en vivo no lo es tanto, pero el hombre tenia su tumbao, hasta que…
Abrió la boca.
La verdad le perdono que se haga sus retoquitos en TODAS las fotos del Facebook, que le halla jurado amor eterno a Ana de manera virtual, que halla viajado 4 horas por tierra para conocerla. Pero de ahí a que Ana no se hubiera dado cuenta que era lengui-Sopa y con un habladito mas blandengue que un merengue, madre de dios. Merece la paila eterna!
No se ustedes, pero muchas de mis expectativas emocionales se han ido por el fregadero cuando una cara bonita se expresa. Es que definitivamente no comprendo como tantos hombres y mujeres de esta generación creen poder tener una conversación trascendental o al menos entretenida con un par de siliconas o un par de resinas en los dientes. Personalmente no puedo.
No pude mas que dar media vuelta y desearle toda la suerte a Ana con su “Rafita” experto en photoshop y de lengua enredada. Acto seguido entre a mi Facebook y descarte unos cuantos personajes que me despertaban sospechas de retoque fotográfico y muchas mas de carencia de neuronas en sus cabecitas.
Ana y “Rafita” terminaron la cita y cada uno se fue para su “casita”. Me lo dijo Ana que contemplo por un segundo echárselo a la muela cuando lo vio a poca luz… pero descarto inmediatamente la idea cuando el hombre le pidió un “beshito, mamashita”.
- Es que ni siquiera se ven retocadas las fotos, no puedo ser tan de malas en la vida- Decía la pobre infeliz mientras se acababa el vaso con agua que me pidió apenas entro a mi apartamento.
Para que, el man en el Facebook se veía era casi perfecto (hasta me dio cochina y verde envidia). Con una sonrisa que hasta el mismo Marlon Becerra envidiaría, y un conocimiento brutal de los ángulos, las luces y retoques dignos de la revista Soho (expertos en cirugía reconstructiva virtual) era todo un adonis de revista.
Asi que no tuve mas que verlo con mis propios ojos. Con esas fotos las cosas no podrían ser tan malas como las pintaba la loca que en mi cocina estaba atacada. El tipo estaba afuera en el carro esperando que “supuestamente” Ana recogiera el cargador de celular que había dejado en el apartamento (Cosa, completamente falsa por que siquiera sabia mi dirección) Así que con la “excusa” de conocer al hombre del cual Ana me había hablado las ultimas semanas, y que era su mas fresco y prometedor levante virtual, me asome por la puerta del carro y ahí estaba.
Era man de las fotos tal y como lo imaginaba. No era tampoco hermano gemelo de mandíbula ni el primo de Brad Pit. Es mas me atrevería a decir que había sido bendecido por la genética. Definitivamente concluí que Ana había exagerado demasiado, si quizás es fotogénico y en vivo no lo es tanto, pero el hombre tenia su tumbao, hasta que…
Abrió la boca.
La verdad le perdono que se haga sus retoquitos en TODAS las fotos del Facebook, que le halla jurado amor eterno a Ana de manera virtual, que halla viajado 4 horas por tierra para conocerla. Pero de ahí a que Ana no se hubiera dado cuenta que era lengui-Sopa y con un habladito mas blandengue que un merengue, madre de dios. Merece la paila eterna!
No se ustedes, pero muchas de mis expectativas emocionales se han ido por el fregadero cuando una cara bonita se expresa. Es que definitivamente no comprendo como tantos hombres y mujeres de esta generación creen poder tener una conversación trascendental o al menos entretenida con un par de siliconas o un par de resinas en los dientes. Personalmente no puedo.
No pude mas que dar media vuelta y desearle toda la suerte a Ana con su “Rafita” experto en photoshop y de lengua enredada. Acto seguido entre a mi Facebook y descarte unos cuantos personajes que me despertaban sospechas de retoque fotográfico y muchas mas de carencia de neuronas en sus cabecitas.
Ana y “Rafita” terminaron la cita y cada uno se fue para su “casita”. Me lo dijo Ana que contemplo por un segundo echárselo a la muela cuando lo vio a poca luz… pero descarto inmediatamente la idea cuando el hombre le pidió un “beshito, mamashita”.
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