UN CLAVO QUE NO SACA OTRO CLAVO



Erase/Rewind by The Cardigans on Grooveshark


David Santa Fe, es uno de esos amigos con los que cuento para cualquier plan sano o perjudicial para mi hígado. Un hombre con una educación de realeza, un trabajo bastante importante, un apartamento envidiable y una vida sentimental un poco… deplorable. El hombre perfecto para cualquiera que este interesada en tener una persona detallista, romántica, fiel y financieramente estable en una ciudad con un alta taza de desempleo.

Nos hicimos amigos hace ya seis meses cuando contemplamos y chicaneamos nuestra vida como hombres comprometidos tomando cerveza en Cartagena. Nos hicimos hermanos por completo cuando nos dimos cuenta de lo desdichados, solterones y corneados que nos convertimos desde la sala de su casa tomando guaro en Bogotá. Ambos cambiamos de estado civil en simultanea y todo en menos de un mes.

David, desde que empezó a salir con una sicóloga mal cantante, descubrió que se podía enamorar con alma vida y sombrero. Que quería vivir en pareja y amanecer en cucharita todos los días. Que regalar peluches y esas bobadas para muchos puede resultar cursi y empalagador. Pero para el no solo es bonito, sino la mas señal de amor sincero, de telenovela.

Toda una epifanía para toda persona que esta buscando un galán…

Excepto para su novia que salía con el, solo para sacarse de la cabeza a un ex - novio que tiene todos los atributos de galán de vereda. Una situación muy difícil, sobre todo por que la muy astuta le dio tres vueltas, le hizo creer en un mundo de caramelo y luego le lavo la cara con ácido muriático sin explicación alguna para regresar finalmente con el bulto de sal que quería olvidar

Al hombre lo usaron para sacar un moscorrofio de sieteleguas, de esos que se toman fotos de media cara, medio perfil y alto contraste para parecer intelectual. Uno de estos new generation de bajo coeficiente intelectual que el twitter solo les da para “copy paste” de frases celebres de otros o robar trinos de pensadores intelectuales para sonar un poco menos básicos que lo de su cabezota le permite.

Después de esta amarga experiencia el pobre hombre quedo destrozado, y aunque se que pone todo su empeño en sacársela de la cabeza, ocasionalmente me menciona a la fulana para contarme una que otra de sus apariciones. De esas que solo sirven para recordarle que ella existe y que le ayudan a concluir que aun el siente algo por ella. Así sea un extraño rencor que se podría convertir en lujuria en la menor oportunidad etílica que se enfrenten.

David, es quizás uno de los cientos de casos por los cuales pasamos hombres y mujeres de todas las edades, el caso del clavo que perdió la cabeza por estar intentando ser la pastilla anestésica de una relación anterior. Lo confieso, nunca en mi vida he servido del otro clavo. Si he sido el mozo que termina dañando relaciones, pero nunca el David que se utiliza para intentar olvidar el olor de un amor o un encacorre. Y honestamente no me gustaría.

Lo paradójico del asunto es que David sigue estando muy interesado en el amor, en jugar a la casita y repetir varias veces al día el juego del papa y la mama. Y últimamente lo ha estado intentando con tanta fuerza, que ha salido con unos esperpentos, intentos y experimentos… que no vale la pena mencionarlos. El solo quiere que las cosas funcionen, y espero que asi sucedan... No como un cuento de niños, pero al menos si de la mejor manera

Y es que definitivamente algo que he aprendido en la vida, y en todos estos años de aventuras, desventuras, de clavos metidos, sacados e intentados. De amigos con vidas sentimentales tan extrañas y mucho mas macabras que las mía, es que sencillamente uno no puede obligar a nadie a que lo quiera. Y a la única persona que podemos honestamente obligar a querer, es a nosotros mismos.

Afortunadamente cuando nos olvidamos de esto, que no hay nadie mas importante que uno mismo, ahí están los amigos para con todo el cariño mencionen esas dos tiernas y sutiles palabras que siempre nos servirán para poner los pies en la tierra y dejar de pensar en los “hubieras, que nunca serán”. MARICA REACCIONE!

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