Este es
un post tardío, pero la verdad estaba tan… (como decirlo sin que suene patético)
No, no encontré manera: Estaba deprimido. Literal. Un estado en el cual intento
con todas las fuercitas de mi corazón alejarme del blog, por que se que empiezo
a destilar penas y ustedes disfrutan ese
reguero de sentimientos vía blog. Y no. Me rehúso a ser su culebrón venezolano
por eso a las nueve de la noche estaba durmiendo y no escribi.
Digo ayer
fue uno de esos días en que me agarra fácil la melancolía saben? Creo que fue
por que era el día mundial del Jazz y estuve toda la tarde escuchando esa
grandiosas melodías que al escucharlas detenidamente sumado a un día nublado y
frio, es inevitable que lleguen esos recuerdos de los cuales todos huimos, a
como de lugar.
Pero ayer
no pude escapar. Todo se detono en el instante que entré al apartamento con un
mercadito provisional que hice para la semana. Puse las cosas en la mesa, entre
a mi habitación a quitarme las chaquetas y los zapatos cuando Zuaz un golpazo
en la cocina.
De todas,
de todas las putas bolsas del planeta solo se tenia que haber caído una. La de
los huevos. Como dicen por ahí, la pepa que le faltaba a la maraca. Jazz, día
gris, frio, hambre y 6 huevos estrellados dentro de la bolsa. No me pude
contener me senté en el suelo derrotado.
Toda mi
vida soñé vivir en Bogota solo en un apartamento, con trabajo y mi gato. Hoy lo
tengo casi todo, el gato, el apartamento y ese pedacito de estar solo… no es
chévere en un día así. Si ud ha convivido con alguien en su vida, sabrá de lo
que hablo. El puto poder de la costumbre. Y si no a vivido con alguien. NO LO
HAGA se puede mal acostumbrar. En fin, sentado en el piso al lado de los huevos
estrellados, me puse a recordar y a darme palo.
No les ha
pasado? No es irónico, que cuando uno se pone a recordar las personas que ya no
están con nosotros recordamos SOLO los momentos mas gratos? Uno se acuerda de
los besos, de los detalles, de las palabras lindas, las cosas aprendidas y todo
lo maravilloso que se vivió y que ya no volverá. Pero de los desplantes, los
cachos y los defectos… de esos uno si no se acuerda en el momento.
Seré
cruelmente con usted: “Los gratos momentos del presente, serán así usted no lo
quiera su karma personal en el futuro”.
Sencillo. Así que piense muy bien que tan feliz es ahorita, por que mañana
seguramente los veré chillando al lado de una bolsa de huevos estrellados.
Diez
minutos después, me levante del piso. Cerré las persianas para no ver mas como
caía la lluvia, agarre la bolsa con los huevos estrellados, los colé, tire las
cascaras y me hice una híper tortilla gigante y deliciosa con la cual se me quito el frio y
el hambre.
Finalmente me di cuanta que el olvido es mas duro, por que lamentablemente los buenos momentos no se olvidan. Luego me fui a dormir, solo. Pero lleno.
Finalmente me di cuanta que el olvido es mas duro, por que lamentablemente los buenos momentos no se olvidan. Luego me fui a dormir, solo. Pero lleno.
No les
encanto la canción?
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