NOS PUTEAMOS EL HALLOWEEN

 

Para empezar les quise compartir mi retrato de familia de este año. (Sin necesidad de ponerme el disfraz… pareciera que tuviéramos el mismo linaje no creen?) Si yo se que este post esta un poco tarde, Pero que mas da, necesitaba tener las suficientes herramientas para emitir un juicio y no quedarme corto cuando digo NOS PUTEAMOS EL HALLOWEEN

Este es mi primer Halloween en Bogotá y por lo visto como en todo el mundo es el día que por un momento grandes y chicos se convierten en lo que quieren ser dentro de nuestro subconsciente o lo que alcanza con el dinero que disponemos para solucionar el tema del disfraz.

Los niños se convierten en súper héroes, animales, personajes de acción, y si no hay plata, el disfraz de otras subculturas es la solución. Las niñas son princesas, animales, caricaturas, frutas y si persiste el problema económico el disfraz de otras subculturas. (Lo digo por que a mi me paso eso en la infancia y mi madre me disfrazo de Hippie durante dos años consecutivo por la recesión económica que llaman)

Un triki triki por acá, un caramelo por el otro lado, salir al parque, a alguna fiesta en el salón comunal, una calabaza llena de dulces (en mi caso los bolsillos, las calabazas se me hacían poco practicas) Y ya, cansados y empalagados de tanto dulce a las 8 de la noche están su casa felices de haber pasado otro día Halloween

Pero los adultos también quieren vivir esa costumbre de Halloween, eso si sin caramelos, ni trikis, ni calabazas de puerta en puerta, ni fiestitas en el salón comunal, la cuestión es a otro calibre rumba hasta el amanecer… pero eso si con disfraces ósea sin ropa.

El punto esta que en esta ultima década he visto como los adultos cambiamos de sitios para adquirir los atuendos propios de esta época de Halloween, de una sección de un almacén de cadena o un almacén especializado hoy los disfraces se compran en un Sex Shop. No entrare en detalles, pero Blanca Nieves, la Cenicienta, Alicia en el país de las maravillas, la Reina de Corazones, Las Brujas de los cuentos, Gatubela, Batichica, Pocahontas, la Sirenita, Rapunsel y hasta la mismísima Muerte salen en Halloween pero en su mas zorra versión. Todas son una completas guarichas de tacón alto, liguero, miniculifalda y mucho maquillaje es el común denominador de cualquier disfraz que utilice la mayoría de mujeres por este época.

Y los hombres, bueno. Esto es mas tropical aun. Felipe y sus amigos del gimnasio llevan casi dos meses clavados en las pesas y la cámara de bronceo para poder ponerse un pedazo de no mas de 50 centímetros de tela que les cubra lo que por pudor puede escandalizar a algún transeúnte en esta fecha. Pero eso no es todo. Si no están clavados en el gimnasio (que se me hace una completa exageración) los hombres asumimos otra alternativa que a mi parecer es mucho mas bochornosa. Se llama espuma.

Es la otra cara de la moneda, no tengo nada en contra del tema, cada quien se puede poner espuma donde le pegue la regaladisima gana. Pero desde mi perspectiva, un hombre de 30 años metido en una trusa con un pecho de paloma hecho de espuma y una chocolatina Jet marcada con hilo y relleno siento que es una mala versión de un disfraz de Superman y de la mejor si la idea es disfrazarse de ridículo. Además cabe apuntar que no solamente esta estratégica manera es usada para Superman, también hay capitán américa, linterna verde, Batman y un sin fin de personajes que a falta de gimnasio recurren a la trusa rellena de espuma.

En fin es el Halloween del 2012 y en el día he visto como los niños recurren a su imaginación para celebrar esta fecha entre príncipes, princesas, héroes y animales… y como los adultos recurrimos a nuestras fantasías fetichistas para salir a la calle vestidos de prostitutas, gogos y ridículos, palabras mas palabras menos, los adultos nos hemos puteado el Halloween.

Si me lo preguntan, esta año voy disfrazado de Top Gun. Es decir con la suficiente tela sobre mi cuerpo y obviamente con cero espuma. Disfrazado pero no ridículo. Gracias. Aunque si me lo preguntan entre dulce o travesura… yo prefiero una travesura dulce pero no en el disfraz! Nos leemos al rato. Bye