A PARTIR DE HOY: SOY TODO UN PROFESIONAL





Contra todo pronostico, luego de años de postergaciones, previos aplazados, metas cumplidas y muy cerca de contratar un abogado… señoras y señores (Suenan los redobles)

Hoy me gradúo!

Uff, si que emoción por fin tendré un cartón mas para llenar un hueco en las amplias y blancas paredes de mi apartamento.

Pero eso de ser profesional, es una larga historia.

Cuando era pequeño, mi madre me cuenta que quería ser cocinero y por cosas de la vida durante todo mi trayecto académico en el colegio tenia la firme convicción de ser un exitoso medico. Hasta que llegué a decimo grado, ahí me entro el bichito de querer estudiar “Cine y televisión” y a mi madre el terror de pensar que me la pasaría el resto de mi vida sentado en una esquina fumando marihuana y haciendo teatro callejero. Así que tuvo una de esas charlas madre e hijo conciliadoras y me propuso que estudiara una carrera “seria” para conseguir un empleo y luego estudiara si quería pavimentación aérea o sicología marina.

Como ya había descartado por completo ser un exitoso médico, tome la oferta académica de la Universidad Francisco de Paula Santander y elegí algo que sonara divertido. “Ingenieria de Sistemas”. Gran error.

Pensando que me la pasaría el resto de mi vida navegando en internet, y haciendo programas para estafar multinacionales me metí a estudiar lo que para en ese entonces era la carrera del “futuro” que incluía dentro de su pensum ocho cálculos y seis físicas. Traducción: Preferí tomarme con suavidad la carrera y matricular muchas materias electivas para relajar mi mente, así que me convertí en un estudiante asiduo de las clases de Televisión, prensa, radio, teatro y artes mientras repetía por quinta vez Física 1 y por tercera Calculo 2.

Paralelo a mi universidad empecé a hacer mis primeros pines en radio y televisión, en un trabajo que me divertía demasiado, no me costaba trabajo y lo peor de todo me lo pagaban muy bien. Hasta que de repente paso lo inesperado.

Mis profesoras de electivas de la universidad me contaron que abrirían Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de Pamplona y que me veían perfil de cualquier cosa, menos de ingeniero.

Entonces, en un ataque de “tomemos dediciones radicales” de los cuales sufro muy poco pero cuando los padezco tiene grandes consecuencias, deje tirados mis ocho semestres intentando ser ingeniero de sistemas y me fui directico a ser un primíparo en Comunicación Social y Periodismo.

Creo que eso fue ayer, o así lo sentí por que no me di cuenta cuando terminé todas las materias, ni recuerdo a que horas hice diplomados, exámenes, tesis, pruebas de ingles, ECAES y las mil peripecias que hay que hacer para poder terminar una carrera. Solo estoy seguro que cuando uno estudia algo que le gusta, no solo es fácil, sino también divertido.

Hace casi cuatro años terminé materias y gracias a las mil cosas que me han ocurrido no había tenido el tiempo de ir a recoger el papel que certifica que pase por la universidad hasta hoy. Y lo paradójico es que no siquiera hoy puedo ir a la ceremonia de grado, es por eso que hoy quiero celebrarlo por acá con ustedes.

Esta noche me comprare una botellita de vino, me sentaré al lado de las personas que quiero y tengo cerca y brindaré mas que por un cartón que no asegura un trabajo ni un mejor salario por saber que me preparé en la academia por lo que quiero. No en un gimnasio, ni con un cirujano, ni con un padrino poderoso... como se esta acostumbrado a conseguir empleos en los medios en este país. Nos leemos al rato, bye.

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