Y yo me quedé mirándote y....
No fui capaz de hablarte,
maldije ese momento y con quien estabas.
Después mi corazón le
reprochó a mis brazos
porque no se lanzaron a abrazarte...
Mis labios se
sintieron culpables
porque no esbozaron ni un Hola...
Y yo me declaré
un imbecil al no saber que hacer.
Seguí caminando contigo en la cabeza...
y cuando volví mi cabeza hacía
atras
note que tus ojos jamás me tocaron
miré de nuevo
alfrente y allí me abrazaba
de nuevo la soledad que dulcemente me
sonreía diciendome:
Siempre la tendrás en tu corazón...
solo que ella no te tiene ya en el suyo
solo que ella no te tiene ya en el suyo
Y la hice a un lado y seguí caminando...
contigo en mi mente y en mí corazón
como siempre
como siempre
Y si almenos pudiera acariciarte con mis ojos a diario?
aún discutiendo con la
distancia mi alma se sentiría aliviada,
pero te busco y cuando salgo a
la calle encuentro mil caminos,
placas que indican mil destinos y en
ninguno de ellos estas tú.
Así que he decidido comprar una brújula
para hallar tu paradero,
pero en el mercado solo ví brújulas corrientes,
brújulas con norte y con sur, con oriente y occidente...
pero ninguna
indica el lugar donde habitan los sueños,
esos que se dibujan en tus
ojos cuando yo desde lejos te veo
Cuando me entra la poesia, me entra.
Nos leemos al rato, bye
Publicar un comentario