TE CAMBIO MUCHAS SONRISAS POR UN REGALO!


 


Yo a diferencia de los otros niños siempre supe que “El niño Dios” o que “Papá Noel” no era más que el sueldo de diciembre de mi mamá convertido en regalo. Que para serles muy honesto era ropa. Aunque la que si me daba juguetes en navidad era mi tía Guche, pero tampoco era de las que se esmeraba mucho con aquello de la sorpresa. Solo nos preguntaba que queríamos de navidad, nos llevaba a la tienda, lo compraba y ahí quedaba ese cuento del gordito con una bolsa mágica que traía regalos montado en un reno.

De hecho jamás he visto un reno en mi vida y desde pequeño me cuestioné por donde entraría Papa Noel a mi casa si no había chimenea. Y bueno, el niño Dios no creo que podría dejarme regalos debajo del árbol... como carajos podría salir un niño de su casa sin supervisión de un adulto a llevar regalos por todo el mundo en una noche?

En fin, no es que sea el Grinch de la navidad, ni nada por el estilo. Solo que desde niño tuve una versión muy realista del tema. A mi hermano lograron engañarlo un par de años, luego salió con Guche y le compraron el juguete de navidad. Ese año también dejo de creer en seres fantásticos y empezamos a creer más en esas personas que pedían prestado dinero y hacían lo posible por vernos sonreír en estas fechas por darnos un regalo. En mi mamá y mi tía. Ellas para mi fueron Mamá Noel y la niña Dios.

Recuerdo también, que una sola vez en la vida el hombre que aparece en mi registro civil como “padre” nos dio un regalo de navidad. Era una cicla azul cuando tenia casi 8 años. Y el muy iluso la puso debajo del árbol del apartamento donde vivíamos, y armó un escandalo porque había aparecido mágicamente ese armatoste debajo del pino sinténtico del que colgaban bolitas fucsia. Para mis adentros solo pensé en lo patético que se veía este adulto intentando engañar a un niño que sabia perfectamente que no tenia chimenea y que esa bicicleta era demasiado pesada para que la hubiera traído al hombro el niño Dios.

Creo que mi sonrisa sarcástica decepcionó tanto a ese señor que nunca más me regaló nada de navidad.

En fin, conclusiones que uno saca por estas fechas a partir de la realidad económica de un país subdesarrollado. Donde el niño Dios y Claus se convierten en la generosidad de aquellas personas que conocemos o no conocemos pero que sienten que el espíritu de la navidad no esta en llenarse de licor, tragar como cerdos, enamorarse de cualquier duende de 34 años por no sentirse solo en estas fechas o comprar ropa costosa para sentirse como nuevo.

El verdadero espíritu de la navidad esta en hacer feliz a alguien con el mas ínfimo detalle y que mejor que hacérselo a un niño (Por que honestamente uno de adulto es un poco mas difícil de complacer) Es por eso que hoy quiero invitarlos a que me acompañen a la campaña de donación de regalos para niños de escasos recursos. El trato es muy sencillo. Yo me paro en un escenario a intentarlos hacer reír y ustedes a cambio me dan un regalo para hacer reír a un niño en esta navidad.

Los espero esta noche a las ocho de la noche con un regalo (Que es el precio de la entrada) en el restaurante Valú en el Centro Comercial Cafam Floresta Carrera 68 #96-50 en Bogotá, estaré con algunos amigos que como yo quizás sienten que es hora de convertirnos en el Papá Noel o el niño Dios de alguien.

Nos vemos esta noche, bye
Mtw

Post a Comment