LA SUERTE PICHIRRE


Yo creo que en el mundo hay dos tipos de personas:

La gente que es de buenas y la gente con suerte normal, como yo. Personas que tenemos una suerte mediocre. Como con suerte pero sin abusar. Claramente no somos de buenas, sino de "suerte pichirre".

Por ejemplo, usted terminó la universidad a duras penas. Ha tenido un trabajo modesto pero honesto toda su vida que le ha alcanzado para comprarse lo necesario. Pero ahí va. Está ahorrando hasta el último peso para pagarse una especialización a ver si le alcanza para comprarse un carro, aunque sea de segunda. Tiene todas las vacunas, vota antes de las doce, no lo han reportado en Datacrédito, no come carne en Semana Santa, es buen hijo. Y lleva una vida no de lujos pero cómoda. Tipo "suerte pichirre".

Por otro lado, está ese hombre que era un completo vago y que se crió con usted en el barrio. Y hoy anda en una tremenda camioneta, blindado en oro, oliendo a nuevo y agradeciéndole su fortuna a un billete de lotería que se compró en una borrachera. No terminó el bachillerato, fue un vago y la mayor parte de su vida no se despertó hasta las 2 de la tarde. Ese es un tipo con "suerte de buenas".

Otro ejemplo: hace unos días estaba mirando Instagram, como hace una persona normal, antojándome de la vida ajena en redes sociales. Cuando me encuentro con la foto del matrimonio de un sujeto que conocí que era el más mujeriego y eso que tampoco era lo más guapo del mundo. Le rompió el corazón a casi todas mis amigas, un Chayanne de pueblo que a los 35 todavía vivía con sus papás. El tipo tenía un instinto de cazador, disparaba a lo que se moviera, así estuviera casi en estado de descomposición.

Pues ese era el hombre que se casó. Un día este señor decidió ampliar su ganado y abrió Tinder y ese mismo día en 10 minutos hizo match con una mujer muy guapa que resultó siendo heredera de la industria de vinos, viajada, empresaria, y que hablaba 5 idiomas. Casi una modelo de Victoria's Secret. A las dos semanas se cuadraron, al año y medio se casaron y hoy son felices (Al menos en fotos). El Chayanne de Cúcuta vive hoy en Italia. Un tipo con suerte de buenas.

Mientras tanto, existen millones de personas con suerte pichirre que tienen Tinder hace 3 años y solo tienen primeras citas. Pero al menos salen a tomarse un café con alguien, suerte pichirre.

Hay gente de buenas, que va por la calle y un agente de modelos que va pasando le pregunta. Usted no quiere ser una estrella de Hollywood. La gente con suerte pichirre, sueña con el mundo del entretenimiento, hace castings toda la vida y terminan haciendo es de extra en un comercial de Onicomicosis. Pero saliendo en televisión al menos. Suerte pichirre.

Hay gente de buenas que sube un cover de una canción a Youtube y aparece Usher y le propone grabar un disco y ser el nuevo ídolo juvenil. Se convierte en Justin Bieber. Hay otra que trabaja toda su vida, sin un reconocimiento destacado y la única persona que sabe que existe es su mamá y los del F19 de Transmilenio, donde lamentablemente nunca sube un cazatalentos. Pero se gana unos pesitos haciendo lo que le gusta. Suerte pichirre.

Mire, hay gente que sobrevive a un trueno y queda intacta. Se cae un avión y sobrevive, a lo sumo se raspan las rodillas. Y uno baja mal una escalera y tiene esguince de tobillo, cuello ortopédico, amnesia por contusión pero sobrevive. Porque uno es de suerte pichirre.

Y eso está bien, uno aprende a vivir con una suertecita pichirre con un poquito de resignación y hasta con envidia porque todo hay que decirlo.

Pero cuando uno tiene suerte pichirre. A veces tiende a compararse (cosa que no se debería hacer pero a veces es necesario), se da cuenta de que para alguien usted es un tipo con mucha suerte. Porque siempre habrá en el mundo alguien que compra el último billete de lotería, se lo gana pero nunca encuentran el billete ganador. O ese hombre que en la primera cita mete el gol y se estrena como papá con una completa extraña.

En fin, siempre existe alguien que tiene una suerte más pichirre que la suya.

Mat

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