POR UNA COLOMBIA MENOS ORDINARIA
Sumar la palabra Colombiano y ordinario puede sonar un poco chocante. Pero si usted lo piensa bien, tenemos costumbres un poquito ordinarias para algunas personas. Hablemos de la gastronomÃa por ejemplo. podrá ser muy delicioso pero a mi la pata de la gallina saliendo del plato como una mano de zombie, a mi me causa impresión. Algo tan útil para la preservación de la raza como el jugo de borojó con cangrejo, cola granulada y criadillas (que no es nada diferente a los testÃculos de un toro) si usted se detiene a pensarlo...es ordinario.
Pero independientemente que cuando vayamos al extranjero antes de calzoncillos o una chaqueta para el frÃo preferimos meter a la maleta la camisa de la selección, un sombrero vueltiao. Porque es importante sentirse orgulloso de nuestra tierra, cosa que me parece buenÃsima. Pero no tanto cuando esa camisa de la selección está encima de una camisa mangalarga con el cuello por fuera. Es es muy ordinario.
Es que no nos ayudamos la verdad. Por ejemplo, hay Colombianos tan ordinarios/tacaños, que de una bolsita de aromática pueden sacar tres tazas y a la última la escurre a lo que da para poderle sacar hasta la última gota.
Aquà escuchamos frases coloquiales que son muy ordinarias. A mi me preocupa por ejemplo escuchar una mamá decir "Mi hija ya esta grande, esta en edad de merecer" Merecer que? Que puede merecer la hija de esa señora, acaso la señora piensa que su hija es virgen?
O cuando le preguntan a una pareja si vana tener mas hijos. Y ella sonriendo dice algo tan miedoso como: "No, ya cerramos la fabrica" Uno podrÃa traducir literalmente a que esa pareja ya no tiene intimidad y el obrero ya no pude visitar esa mina. El que entendio lo entendio, y es ordinario
Hay gente que es muy ordinaria para comparar ropa. sobre todo que tiene una pasión por la ropa de "marca" y se compran unas camisetas con un estampado gigante con el nombre de la marca. Ahà es cuando una camiseta se convierte en un pendón. Es más yo veo la gente con ese tipo de ropa puesta y estoy seguro que la marca les paga para que les hagan publicidad
También somos ordinarios en los carros. Nos encanta ponerles una calcomanÃas bien chafas. Hasta el carro más elegante pierde todo el cache del mundo cuando le ponen la calcomanÃa del niño orinando, la que dice: Aquà conduce un galán, es más alguna vez vi un carro con una calcomanÃa que decÃa hoy no fio mañana tampoco. Ordinario
Pero sigamos con los carros. Ahi nos fajamos en ordinaries. Abusamos. Todos hemos visto ese carro que le ponen una luz fluorescente debajo como una nave espacial o que le comienzan a poner cositas en el espejo retrovisor. Como por ejemplo un peluche colgando de un metro. Pero si hay un carro que la saca del estadio son algunos taxis. Sobre todo por que por fuera son casi iguales, pero por dentro pueden lelgar a ser una caja de sorpresa. Usted no sabe con que se va a encontrar. Los hay inspirados en la capilla sixtina tapizados de santos, crucifijos o inciensos. La virjen del carmen delicadamente pegada con silicona que puede estar acompañada del divino niño y hasta la última cena.
Otros taxis, para mà fueron decorados por la mujer del taxista. Un par de veces me he encontrado con un álbum familiar ambulante. También llenos de peluches, fotos del pelaito, el zapato colgando del retrovisor. Digame usted si la esposa de ese hombre no esta literalmente orinando ese carro para que no se vaya a subir ninguna zunga. Es más hasta llevar ese taxi a un motel le da cargo de conciencia.
Pero con todo y eso, que viva mi Colombia ordinaria!
Matt
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