VAYASE DE LA CASA PERO CON DIGNIDAD


Yo siempre he pensado que hay cosas que uno tiene que hacer por un poquito de dignidad. 

Por ejemplo salir de una relación cuando tiene más cuernos que un venado, decirle adiós a alguien que ya no quiere ni que le toque un pelo o irse de la casa luego de cierta edad. Es decir si usted siente que cuando llega a su casa esta esquivando los comentarios de sus familiares pidiéndole que busque pista para volar ya está siendo hora de irse.

Pero irse de la casa no es que sea una decisión sencilla. Sobre todo porque yo siento que nunca estamos preparados para migrar del nido por decirlo de alguna manera coloquial. 

Es decir nos la podemos pasar once años estudiando en un colegio si usted fue aplicado o más si fue mas bien brutico. Pero nunca estamos preparados para saber que hacer si se le sala el arroz, se le rompe una llave dentro de la chapa o si un día nos despertamos con el agua hasta los tobillos por que se nos inundó el apartamento.

Así que póngale atención a estas instrucciones

Para empezar si usted se va de su casa lo que primero le recomiendo es irse a vivir lejos de su familia para que cuando la comience a pasar mal no tenga la tentación de regresarse. Pero no tanto para que sus familiares puedan encontrar fácilmente el cadáver si las cosas se salen de control. Es decir, permítase estar en el perímetro, pero no de cercano alcance para evitar los arrepentimientos

Tenga claro que el dinero va a cambiar de significado. La platica ya no va a tener que invertirlo en algo más que un cover, pagar un taxi o una botella. Esas finanzas van a trasladarse a arriendo, administración, agua, luz, gas, internet, netflix, transporte, salud y pensión, mercado y pastillas para pasar el guayabo que le va a dar cuando comience a sacar toda esta plata de su bolsillo y no le alcance

Recuerde que de nada le sirve vivir en un sitio residencial, dos parqueaderos, duplex con vista a la ciudad si todavía no tiene ni carro, si adentro de la casa no hay sino un colchón en el piso sin sabana, si tiene una nevera de icopor y esta usando como papel higiénico, papel toalla para optimizar gastos porque solo le alcanza para pagar el palacio donde dice que vive pero en realidad sobrevive. 

Cuando uno se va a vivir solo ahí es el preciso momento en que las maldiciones de su madre le caen; es muy fácil recordar la voz de su progenitora rogándole que no malgastara 
cloro, jabón en polvo, limpiador, que no rompiera los guantes, y que cuidara la esponja, trapero, escoba, lava lozas, escobilla. Y usted la va a recordar más cuando llega a la caja apagar y se de cuenta que con esa platica le alcanzaba para rumbear un mes completo. 

No sea bestia. Usted solo no se va a comer un kilo de tomate, ni de papa, plátano y yuca. No necesita esas tres docenas de naranjas, mandarinas ese manojo de bananos, guayaba y limones. Usted en un mes no se va a comer tampoco esos dos pollos, tres libras de carne para fritar, la libra de carne molida y el kilo y medio de chuleta. Primero porque difícilmente va a saber cocinar todo eso, porque usted no tiene un restaurante y porque al principio todos descubrimos que para salir del paso lo más fácil para un soltero que vive solo se reduce a tres cosas. Arroz, atún y huevo. De ahí para allá el resto es puro lujo que con toda seguridad se le va a dañar en la nevera  

Siempre recuerda que necesita cosas básica para la supervivencia los primeros meses. Como un martillo y destornillador para cualquier cosa. Hasta para cuando se le quieran meter los ladrones. Una olla, un perol y una jarra. Cubiertos, vasos y platos. No piense que es mejor usa desechables. Aunque al principio puede parecer una idea perfecta para la pereza el planeta lo resentirá y luego su bolsillo al darse cuenta que literalmente la plata la está tirando. 

Una buena almohada, cama y nevera. No piense que todo lo puede conseguir en un solo día pero lo más importante mi querido amigo es que se meta en la cabeza que nadie hará nada por usted, y eso solo lo va a aprender cuando no pueda abrir la puerta de su casa por la ropa sucia, cuando sepa a que huele una toalla húmeda mal guardada y cuando piense dos veces que no puede llevar a nadie a su nuevo espacio por miedo a que terminen contagiarse de tétano de nuevo.

Con esto claro ahora sí, plantéese de nuevo la idea de quedarse solo!
mtw

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