Seré honesto, después de los treinta, las películas de adolescentes suelen pasar desapercibidas. Especialmente cuando presentan una premisa que ya hemos visto en otros productos, como 'Russian Doll'. Entonces, con expectativas mínimas, me senté a ver a la encantadora Zoey Deutch revivir un día una y otra vez en 'After Everything'.
Sin dar demasiados detalles, debo admitir que la trama se desenvuelve de manera predecible, aunque sin caer en el aburrimiento. Las actuaciones no son particularmente memorables, los besos dejan mucho que desear y la lógica adolescente puede resultar un tanto ingenua, pero la historia logra mantenernos pendientes, esperando que todo se resuelva de alguna manera.
Es un tipo de entretenimiento que no desespera.
Si está buscando algo que no le haga estallar la cabeza, que lo deje con una enseñanza sutil al estilo de las fábulas de Esopo y que te ayude a pasar el tiempo 'After Everything' puede ser una opción viable.
Esta película no cambiará su vida, pero al final, ¿no se trata de disfrutar de las pequeñas cosas? Después de todo, por los gustos los colores. Le otorgo su 3,5 sobre 5
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