COMO LLEVO MI CUARENTENA


Sabían que estoy de vacaciones desde hace un par de semanas?

Una gran pendejada teniendo en cuenta que si salgo hasta la tienda correría riesgo de enfermarme, y si no estoy en el pico y cédula, que me multen. Y no estoy para darle plata al gobierno y menos pensar que un centavo de mi trabajo termine en los bolsillos de la señora Cabal que en realidad me indigna cada vez que es tendencia.

Como sea no quiero desviarme del tema. Resulta que cuando el mundo era mundo (Como era antes) había tomado la decisión de guardar mis semanas de vacaciones cuando pudiera invertirlas en un viaje a donde fuera con todo incluido y que tuviera que pagar por tres años. Y acá estoy de vacaciones de viaje a la sala de mi casa, a la cocina a veces llego al parqueadero y me ahorré tres años de intereses de mi tarjeta de crédito.

Pinche universo perfecto y preocupado por mi economía.

Pero bueno tampoco todo son perdidas. Finalmente tuve tiempo y las agallas para aprender a cocinar y aunque mi idea era hacer 12 platillos diferentes este 2020. Ya voy en casi 70. Todo un logro teniendo en cuenta que muchos han salido mejor de lo que me esperaba y solo uno me dio mal de estomago. Eso es casi una puntuación perfecta para un tipo que se le pegaba el agua cuando la hervía.

Ahora hago dos horas diarias de ejercicio con o sin guayabo. Con o sin ganas. Si o si, a diario. Es como una cita que tengo conmigo mismo y para mí. Si les soy honesto empecé con todo este tema de hacer ejercicio por pura venganza emocional.

Recordaba todo el tiempo mi último fracaso amoroso y le daba con toda a esas flexiones. Me dolía el corazón y le hacía con más ganas mientras se me escurrían las lágrimas escuchando Uptown Girl (Lo sé nada de mi es del todo normal). Lo único que quería en el fondo era que ese gran y corto amor cuando tocara mi puerta saliera yo sin camisa hecho una delicia y así abrirle no solo las puertas de mi casa, sino también de mi vida para siempre. Que se diera cuenta la calidad de hombre y ese pedazote de carne que sería para su entretenimiento.

Que pendejo a lo bien.

Ya han pasado meses, y de tanto ejercicio realizado ahora me tomo fotos sin camisa, sin vergüenza y sin retoque (Que es un gran merito) Ejercitarme se me volvió rutina y de hecho lo disfruto demasiado y no solo me ha ayudado cantidades mejorar mi estado físico sino también emocional. Así que si ese gran y corto amor toca hoy mi puerta estaré sin camisa hecho una delicia, y desde la ventana le indicaré que estamos en medio de una pandemia y que debería regresarse a su casa.

Supongo yo que pocas veces en mi vida me había sentido tan empoderado, tan fuerte y tan convencido de las cosas que quiero y las que no en la vida y a mi alrededor. Mientras muchos están desesperados por la cuarentena yo me siento completamente tranquilo, es más siento que estoy en un retiro espiritual del que definitivamente saldré renovado. Todo siempre será cuestión de perspectiva no creen?

Gracias por estar acá, prometo mantenerme más por estos lugares
mtw

Post a Comment