Al mejor estilo de las personalidades del
entretenimiento que "catapultaron su nombre" a costa de un escándalo
mediático como Tila Tekila, Paris Hilton, Nicolle Richy o las Kardashan, éste
fin de semana me quedó "clarito" que la fórmula se repite a pesar de
los años. Ahora el truco no está en hacerse famoso por salir en televisión por
algún mierdero familiar o video xxx. En la actualidad por likes y views se
puede vender hasta a la mismísima familia para tener un poco de atención del
público.
Antes de continuar quiero dejar claridad con esto, que nada me suma si alguien se vuelve famoso por su trabajo, su talento o su carencia de habilidades. Me da completamente igual. Es más, me alegra ver gente haciendo lo que le gusta y con capacidad para monetizarlo. Eso me parece maravilloso.
Tampoco quiero poner nombre propio a las personas que me han inspirado para hacer este post, por dos razones: La primera, porque es evidente, y la segunda, porque me siento defraudado de ver los extremos a los que ha llegado por un poco de publicidad, la misma que no pienso darle.
Con esto claro, quiero exaltar las agallas que tiene para tomar la decisión de volver su vida personal y la de su familia un espectáculo público. De mal gusto en la mayoría de los casos, pero espectáculo al fin y al cabo.
Lo que en un principio parecía una trasmisión pasada por trago, con el paso de las semanas se ha convertido en un culebronón sobre-actuado del que miles de personas han sido testigos cada fin de semana.
¡Es brillante! Mientras los canales privados están repitiendo novelas, esta persona se hizo su propia novela digital al mejor estilo de los dramas mexicanos. En vivo, sin edición, con malas actuaciones pero en plataformas digitales. Eso sí es reinventarse. No le van a entregar un Premio Óscar a mejor actuación, pero ha tenido la iniciativa que otros no han tenido
Ya vimos capítulos donde la vemos besándose con enemigas, primas que se encierran en el baño con los bailarines, peleas entre hermanas, salidas del closet en mitad de fiestas, golpes, groserías, exceso de alcohol, obras benéficas de día para empatar las guarradas que se comenten en la noche y este fin de semana: Se le desmaya la mamá muy forzadita pero cerró la escena con drama. ¡Bravo!
A mí me parece admirable. Me parece que se tienen que tener muchos huevos para rayarse y llevarse la reputación propia y la de su familia por encima, todo por tener algo de fama que evidentemente va a ser mediática, pero que en un par de años solo va a ser un bochornoso recuerdo del cual muchos se van a burlar.
También me parece reprochable e indignante: No es el momento de presentar contenidos de este tipo en un país que está en medio de una crisis sanitaria causada por una pandemia.
Mientras cientos de personas a diario no solo intentamos cuidarnos nosotros mismos y a los nuestros, promoviendo que los demás hagan lo mismo, vemos un desfile cada fin de semana de personas sin ninguna medida de precaución para evitar la expansión de coronavirus. Esto es lo más inoportuno que se puede ver por estos días. Es evidente el desfile de extraños sedientos de fama, empresarios de publicidad y famosos de otro cuarto de hora en sus fiestas.
Y aunque le hagan prueba para Covid-19 a cada persona que esté en las trasmisiones, no falta quien vea lo que está haciendo esta persona que bajo ningún punto de vista puede ser llamada "influencer" e intente replicarlo. Porque eso es lo que está pasando, cada vez es más común ver gente a quienes no les importa que estamos en medio de una pandemia y copiando patrones de personas que entretienen pero que no inspiran.
He visto varias situaciones donde este personaje deja claro que no quiere ser un ejemplo para nadie. Y la verdad no lo es. Porque es completamente contraproducente lo que hace. Si, en este momento son cientos los muertos que tenemos, y que necesitamos entretenernos, pero no con un discurso tan negativo.
Para terminar quiero dejar claro que lamentablemente por ahora mientras no exista una vacuna todos tenemos la probabilidad de enfermarnos. Estamos en cuarentena para aplazar la velocidad de contagios, sí, pero el día que la promotora de la irresponsabilidad de un pueblo inculto esté enferma, no victimice su irresponsabilidad en redes sociales culpando su espontaneidad para continuar con su carrusel de popularidad mediática. Porque ese día no solo ella y su familia estarán enfermos, sino serán cientos de seguidores que también lo estarán, gracias a su necesidad enfermiza de vender su reputación por un poco de atención.
Antes de continuar quiero dejar claridad con esto, que nada me suma si alguien se vuelve famoso por su trabajo, su talento o su carencia de habilidades. Me da completamente igual. Es más, me alegra ver gente haciendo lo que le gusta y con capacidad para monetizarlo. Eso me parece maravilloso.
Tampoco quiero poner nombre propio a las personas que me han inspirado para hacer este post, por dos razones: La primera, porque es evidente, y la segunda, porque me siento defraudado de ver los extremos a los que ha llegado por un poco de publicidad, la misma que no pienso darle.
Con esto claro, quiero exaltar las agallas que tiene para tomar la decisión de volver su vida personal y la de su familia un espectáculo público. De mal gusto en la mayoría de los casos, pero espectáculo al fin y al cabo.
Lo que en un principio parecía una trasmisión pasada por trago, con el paso de las semanas se ha convertido en un culebronón sobre-actuado del que miles de personas han sido testigos cada fin de semana.
¡Es brillante! Mientras los canales privados están repitiendo novelas, esta persona se hizo su propia novela digital al mejor estilo de los dramas mexicanos. En vivo, sin edición, con malas actuaciones pero en plataformas digitales. Eso sí es reinventarse. No le van a entregar un Premio Óscar a mejor actuación, pero ha tenido la iniciativa que otros no han tenido
Ya vimos capítulos donde la vemos besándose con enemigas, primas que se encierran en el baño con los bailarines, peleas entre hermanas, salidas del closet en mitad de fiestas, golpes, groserías, exceso de alcohol, obras benéficas de día para empatar las guarradas que se comenten en la noche y este fin de semana: Se le desmaya la mamá muy forzadita pero cerró la escena con drama. ¡Bravo!
A mí me parece admirable. Me parece que se tienen que tener muchos huevos para rayarse y llevarse la reputación propia y la de su familia por encima, todo por tener algo de fama que evidentemente va a ser mediática, pero que en un par de años solo va a ser un bochornoso recuerdo del cual muchos se van a burlar.
También me parece reprochable e indignante: No es el momento de presentar contenidos de este tipo en un país que está en medio de una crisis sanitaria causada por una pandemia.
Mientras cientos de personas a diario no solo intentamos cuidarnos nosotros mismos y a los nuestros, promoviendo que los demás hagan lo mismo, vemos un desfile cada fin de semana de personas sin ninguna medida de precaución para evitar la expansión de coronavirus. Esto es lo más inoportuno que se puede ver por estos días. Es evidente el desfile de extraños sedientos de fama, empresarios de publicidad y famosos de otro cuarto de hora en sus fiestas.
Y aunque le hagan prueba para Covid-19 a cada persona que esté en las trasmisiones, no falta quien vea lo que está haciendo esta persona que bajo ningún punto de vista puede ser llamada "influencer" e intente replicarlo. Porque eso es lo que está pasando, cada vez es más común ver gente a quienes no les importa que estamos en medio de una pandemia y copiando patrones de personas que entretienen pero que no inspiran.
He visto varias situaciones donde este personaje deja claro que no quiere ser un ejemplo para nadie. Y la verdad no lo es. Porque es completamente contraproducente lo que hace. Si, en este momento son cientos los muertos que tenemos, y que necesitamos entretenernos, pero no con un discurso tan negativo.
Para terminar quiero dejar claro que lamentablemente por ahora mientras no exista una vacuna todos tenemos la probabilidad de enfermarnos. Estamos en cuarentena para aplazar la velocidad de contagios, sí, pero el día que la promotora de la irresponsabilidad de un pueblo inculto esté enferma, no victimice su irresponsabilidad en redes sociales culpando su espontaneidad para continuar con su carrusel de popularidad mediática. Porque ese día no solo ella y su familia estarán enfermos, sino serán cientos de seguidores que también lo estarán, gracias a su necesidad enfermiza de vender su reputación por un poco de atención.
Mtw.
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