Porque así como las mujeres, los hombres temernos punto G. Donde usted logra un gran placer. Por ejemplo: El mío sería un viaje en el mediterráneo con todo pago. Pero también creo que todos tenemos un punto P, un punto o una acción que automáticamente le hace interrumpir el momento de pasión y decir "Pare" aterrado.
Todos tenemo punto P. Que hace parte deesas cosas que pueden pasar en la intimidad que a uno lo pueden dejar asustado, frío, tullido, maluquiado o hasta asqueado. Así que sin más preámbulo entremos en materia. Ojo, quiero aclarar que estos son mis puntos P y por los gustos los colores, además vale la pena aclarar que en la cama todo lo que sea consensuado y causa placer a ambas o a todas las partes involucradas pues es bienvenido.
Empecemos con la lamida de cara. Me pasó, yo no sé si es que mi sudor sabe rico, si tenia carencia de sodio con quien estaba. Que le pasen a uno la lengua de la exitación por la mejilla y remate en el ojo como si le estuvieran poniendo rimel, no es lo mio. Para nada. Y menos con el aroma a baba que queda después que se seca. No, gracias. Este es de los mismos creadores de que le metan a uno la lengua en la oreja hasta sentir una inundación en la cavidad auditiva me da mucha seba.
Donde me dejan la clavada de uña que de escena erotica, pasa a pelicula de terror enfrentandose a un homicida con un arma cortopunzante. No gracias, a mi me aterra que luego de la intimidad quede como si hubiera bañado a una docena de gatos callejeros, lleno de cicatrices. Me da el fuerte impulso de correr a unas urgencias a ponerme la vacuna del tetano porque que miedo tanta uña. Aparte me da como susto, pensaría que no quería tener sexo, sino extraerme un rastro de mi ADN con las uñas para dárselo a la fiscalía como si hubiera cometido un delito y me genera mucho estrés un tema legal luego de un polvo.
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