Y pagan por eso.
Hoy decidí hacer un conteo de las cosas que hace una mujer que por una cultura estética, padece y que difícilmente un hombre sería capaz de hacer, es más si llegara un hombre a hacerlo con toda seguridad sería por un alto grado de convicción, por plata, o porque hizo una apuesta y todavía esta borracho.
Empecemos por el principio, o sea la cabeza:
Dos de tres mujeres pasan por el doloroso y peligroso proceso de decolorarse el pelo, que terminos prácticos no es más que echarse un químico que le deja el pelo blancuzco y luego ponerle otro, para cambiarle el color. Pero la cosa no es tan simple porque cuando el procedimiento no es de exito puede dejarlas con el pelo amarillo tostado como labrador, parchudo como Dálmata o pelado como sarnoso.
Continuemos: Por que la pasión por los pelos no se detiene, les encanta pagar para que le jalen los pelos en el combo completo alisada, planchada, o enchurcada de puntas. Si tiene más presupuesto es posible que incursione en el "Pelo de muerta" así llamo yo a un manojo de pelo de sabrá dios quien se lo pegan o grapan al pelo para quedar con una melena Rapunzeluda.
Una muestra de la sangre fría, valor y plata que mantienen a las mujeres en el punto mas alto de la estética.
Pero la cosa no acaba acá. Una mujer puede arrancarse parte o completamente las cejas para luego pintárselas y las más folcloricas tatuarselas. Además que puede ponerse extensiones de pestaña que (dependiendo del presupuesto) es ponerse mas pelos encima de los pelos para luego barnizarlos con una capa espesa de rímel.
Pelos que a final de cuenta terminan cayendose con todo y pestañas.
Por ahora se están poniendo pelo de la nariz para arriba porque de la nariz para abajo hacen todo lo contrario, depilada de con cera de bigote, barba, axilas, bikini, pierna y para los hasta pies con una cera caliente que literalmente arranca lo que se le ponga en frente y lo mejor en una sola sentada y sin un aguardiente. ¿Dije que pagaban por eso?
Las mujeres tienen partes del cuerpo que uno como hombre ni siquiera sabíamos que existían, es más y si sabemos donde queda no le tenemos claro el nombre. No muchos de nosotros sabemos como se llama ese punto donde comienza el ojo y donde termina la piel donde a ellas les parece delicioso pasarse un lápiz por ahì y que uno de hombre no entiende como hacen eso sin gritar.
Sin contar el doloroso proceso que debe ser ponerse o quitarse pecho, las que no tienen un presupuesto tan alto pueden recurrir a un par de varillas que mantienen elevado como una repisa lo que la gravedad inevitablemente tumba.
Si hablamos de prendas incomodas, aparte de el sostén, háblame de las fajas, la ropa interior que entre mas sexy para objetos prácticos es evidentemente mas incomoda o las medias veladas que sin lugar a dudas es la peor enemiga de un afán.
Que valientes son las mujeres señores, han notado que se pueden poner tacones mientras embuten los deditos de los pies en unos zapatos que terminan en punta convirtiéndose en una de las cosas menos anatómicas del mundo?
Pero las cosas no terminan ahí. Con el paso del tiempo, las mujeres se van superando y en estos últimos años ellas en su afán de incomodarse un poquito mas señoras y señores les presentamos: Las uñas acrílicas. No tengo muy claro la utilidad de el tener una extensión de uñas como cinco navajas en las puntas de los dedos, como tributo a el hombre manos de tijeras o Fredy Krugger. Mas o menos que parte de la vida se facilita con una extensión de uñas. ¿Quitar calcomanias de un vidrio? ¿Sacarle el relleno a una maracuyá? ¿Poner tornillos?
Lo siento pero ninguna explicación podría entender ser válida para incomodarse de tal manera si uno como hombre con una cosa sensilla puede durar todo un dìa agarrandose la entre pierna su su mejor amigo le quedó acomodado.
Mujeres, que valientes y adineradas son.
mtw
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